Consumo

¿Por qué la sociedad colombiana no consume fútbol femenino como lo hace con el masculino?


CONSUMO EN EL FÚTBOL FEMENINO

Mi cara en diferentes medios, en revistas, artículos, comerciales... Cada medio me buscaba para la realización de entrevistas, sentía que me encontraba en lo más alto de mi carrera; me sentía realmente en lo más alto como jugadora profesional. Sonaba la alarma y aquellos sueños, se quedaban ahí, en solo sueños de la mente de Nicolle, pero ¿por qué todo esto eran sueños?

El fútbol, es un deporte con una gran alta popularidad entre las sociedades, dejando a un lado las diferencias, ya sea políticas, religiosas, raciales, entre otros; ya que es un deporte que puede unir, despertar diversas emociones y en tan solo 90 minutos. Pero, como todo, tiene sus baches y contradicciones, ya que, si lo hablamos desde la perspectiva de género, el futbol masculino tiene más alcance que el femenino, con el simple hecho de comparar la historia de la llegada de dicho deporte a nuestro país, en el año 1908 y creación de la Dimayor, (División Mayor del Fútbol Colombiano) en el año 1948, pero lo aparición de la liga femenina, fue hasta los 80s, ya que La División Aficionada Del Fútbol Colombiano (Difutbol), fue la pionera en organizar torneos con participación de mujeres, hasta el año 1991.

A lo largo de los años, se ha demostrado, como este deporte ha tenido que lucharse el puesto en el que ahora está, ya que el esfuerzo de las jugadoras, su rendimiento físico y sus logros, fueron el resultado de como en el 2016, las jugadoras le pidieron a la Dimayor realizar una liga profesional femenina, al punto que, a finales de ese año, se llevó acabo, el lanzamiento oficial en Cartagena.

Ha sido un camino largo, para todas las mujeres que deciden ejercer este deporte, ya que el machismo ha estado muy enmarcado en las sociedades a lo largo del tiempo, un ejemplo de ello, cuando no invitan a las jugadoras, en las presentaciones; en el año 2017, cuando se presentó la nueva camisa del uniforme, llevaron solo a Paulina Vega, modelo, presentadora y ex Miss universo, lo que despertó una cadena de descontentos, como a Vanessa Córdoba, fue arquera de la Equidad y de la Selección de futbol de Colombia e hija del ex arquero de la selección Colombia y comentarista de fútbol, Óscar Córdoba; utilizo sus redes para demostrar el descontento que le provocó esa noticia.

Muchos descontentos, vienen de la mayoría de las jugadoras y de diferentes edades, como Nicolle, lleva 18 años en este deporte, sus primeros pasos fueron cuando tenía 6 años, actualmente tiene 21; inicio en una academia ubicada en la localidad de Bosa, llamada Ecofubol, siendo la única mujer y su padre fue el que la impulso a tomar la decisión de empezar con este deporte, pero solo por parte de él, ha tenido un verdadero apoyo.

A lo largo de su carrera, ha pasado por siete escuelas y estuvo dos años en el proceso en la selección de Cundinamarca, "La economía, en este deporte lastimosamente para tú iniciar la trayectoria y hacerte conocer debes tener una buena estabilidad económica cosa que en su momento no la tuve" - Nicolle.

Es algo, que les sucede a muchas chicas que deciden iniciar en estos terrenos deportivos, porque, las escuelas y todo el equipo, luchan para salir adelante con este deporte, la brecha entre el futbol masculino y femenino es bastante amplio, por la inversión hacia este deporte es muy poco y es gracias a la poca confianza que le tienen. Las grandes compañías, le apuestan más al fútbol masculino, ya que ha sido el que más ingresos genera y más movimiento tiene a través de los medios ¿y por qué? Las mujeres durante años, ha tenido el rol de ser la ama de casa, la madre, también ha estado rodeada de diferentes estereotipos, tales como "las mujeres tienen menos resistencia que los hombres" "se agotan más rápido"

Gabriela Ardila, historiadora de la Universidad Libre de Berlín, menciono en su entrevista: "Colombia, el fútbol practicado por mujeres, nunca ha sido prohibido por ley, pero porque nunca ni siquiera se le ha dado el reconocimiento"

"Situación analizada por Elsey y Nadel (2019) quienes afirman que "el olvido de la participación histórica de las mujeres en los deportes latinoamericanos ha servido para naturalizar las diferencias de género en la sociedad (...) y para justificar la negación de recursos para las atletas" (p. 2). Si bien nunca se ha prohibido directamente, en 1910, se promulgó una ley que estableció la educación física obligatoria en Colombia, en la que el único deporte permitido para las niñas era "el baloncesto pues se consideraba de menos contacto físico" (Pino, 2016). Ante esto, cabe citar a Alabarces (2018) quien, resalta que el fútbol latinoamericano ha sido marcado por una serie de continuidades como "su hipermasculinidad y su consecuente desprecio por el fútbol femenino" (p. 249)." - Cano Pérez Daniela, (p.18), "El fútbol profesional femenino en Colombia: Una mirada politológica" 2020.

Pero hay diferentes perspectivas ante esta situación, ya que la arquera del Deportivo Pasto, Gabriela Tovar, hace unos años en una entrevista para Plaza Capital, menciono que el equipo femenino, es acogido por la gente, los espectadores, un ejemplo de ello, fue el record de asistencia en el partido de la final entre Santa Fe y Atlético Huila, en el año 2017, porque fue de un total de 33.000 personas, "A futuro lo veo muy fuerte y hay muchas opiniones; que es muy lento por las interrupciones, pero todo es fútbol y son de muy buena calidad. Es cuestión de tiempo y este deporte es el deporte rey en Colombia", aseguró Gabriela Tovar.

Mientras Nicolle, nuestro personaje principal, la que asegura, no ha sido un camino fácil, ya que la parte económica, los prejuicios y la falta de apoyo, son obstáculos que se han presentado en el camino: "Muchísima diferencia y siempre la va a ver, el fútbol femenino no ha tenido tanta credibilidad como el masculino, y se ha notado con el claro ejemplo de la selección Colombia femenino y la selección Colombia masculina de mayores, tanto que estás chicas han ganado y aun así un partido de ellas no es tan visto en redes, en medios de televisión ni nada de esas cosas que tiene esta de mayores. Tiene menos consumo por el momento, ya que como dije anteriormente, la gente no cree en este proceso, no lo apoya tanto como al masculino, no tiene tantos patrocinadores como lo tienen ellos."

Una de las razones, del porque no hay tanta credibilidad, porque es algo relativamente nuevo, ya que hasta el 2016, parecía incierta, la liga profesional de fútbol en Colombia (LPFF), entonces los baches de incertidumbre, son bastantes amplios; ya que a comparación con el fútbol masculino, en los año 70, el gobierno dio la autorización para realizar pago de nómina a los jugadores, ese fue el punto de partida para que la publicidad, el marketing y mercadeo, girara alrededor de las vallas publicitarias, los clubes iniciaron a buscar patrocinio en marcas de gaseosas o comerciales, por lo que la economía tuvo un gran alcance, al punto de llevar a cabo contratos de cinco años, para así poder pagar uniformes con anuncios publicitarios; los estadios llenos de publicidad y vallas en la ciudades. También recordar que todo este terreno, se encontraba dirigido a hombre, así que cada comercial iba dirigido a la población masculina, dejando a un lado el rol de las mujeres y creando estereotipos; por ello el fútbol solo se veía para ese público en especial, haciendo más complicado el paso de las mujeres.

Entender que este deporte, genera relación con varios actores sociales, lo que se podría denominar "circulo virtuosos" es relacionado con tres tipos de capitales, que hay en una organización deportiva: lo económico, lo histórico y social. (Gómez & Opazo, 2008, p,5). Para Woldenberg, el fútbol es una industria que toca conocer, desde la perspectiva empresarial, ya que se controla que este deporte mueve aproximadamente unos 250 billones de dólares, anuales.

Gracias a toda la trayectoria que tiene el fútbol masculino, en cuanto al terreno de mercadeo y la publicidad, se da la inequidad y la incertidumbre, en cuanto al fútbol femenino, es por ello, vemos jugadoras jóvenes, como el caso de Nicolle, no contar con la suerte de tener una estabilidad económica, como se puede observar con los jugadores masculino, ya que en sí, llevan una ventaja superior a sus colegas femeninas; aunque esto no es un impedimento para todas ellas, porque siguen en la búsqueda de enfrentar sus obstáculos, para llegar a cumplir sus sueños de ser jugadoras profesionales y seguir con su amor, pasión por este deporte. Como lo hace Nicolle, que, a pesar de su corta edad, ya ha recorrido varias canchas, también realiza diversos sacrificios, para poder mantener su deporte: "Actualmente trabajo como secretaria de un abogado y en lo que salga." Lo que refleja, como su amor es tan fuerte, para luchar por ese sueño, día a día. 


Una de las principales razones del bajo porcentaje de consumo de fútbol femenino en Colombia, es porque gran parte de la sociedad no le brinda una oportunidad a esta apuesta del balompié.

- Acá podrás ver una entrevista para entender más por qué la sociedad colombiana no consume fútbol femenino como lo hace con el masculino - 


A lo largo de los años este no ha tenido la misma visibilidad que el de los hombres, partiendo desde los espacios que emplean los medios de comunicación deportivos para cubrir las diversas competencias masculinas y femeninas.


- Con este podcast podrás entender más cómo está el consumo de fútbol femenino en Colombia - 


Los grandes empresariados prefieren invertir en la rama varonil de este deporte y dejan a las mujeres en segundo plano. Como resultado, está el desequilibrio en su consumo y entre menos publicidad se produzca, se disminuye la atención del público en general.


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