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¿Se ven obligadas las jugadoras de fútbol a manejar diferentes fuentes económicas para llegar a triunfar en este deporte?

 LAS DIFERENTES FUENTES DE INGRESO DE LAS FUTBOLISTAS DE COLOMBIA

Existe una brecha muy amplia en muchos factores del fútbol masculino con el femenino, tanto sociales, psicológicos, económicos, culturales, entre otros; la lista es extensa. Los directivos apuestan muy poco ante la rama femenina, a pesar de sus logros, tales como la medalla de oro en los juegos panamericanos en el año 2019 o los subcampeonatos en la copa América en los años 2010 y 2014. Pero a pesar de estos triunfos, no se han dado los reconocimientos deseados, así sea desde la parte económica.

Actualmente hay jugadoras que están en contratos de un corto periodo, como de tres meses, los cuales no son suficientes para sobrellevar sus gastos, tanto personales como profesionales a la hora de realizar este deporte. Un jugador, puede llegar a un sueldo de máximo 10 millones mensuales, pero una jugadora de la selección, puede recibir un aproximado de 4 millones, demostrando la inequidad tan grande, que se ve en las dos ligas.

Ella sabe muy bien que este deporte y la liga, necesita más atención por parte de los directivos y las empresas privadas, ya que esta competencia solo tiene una duración de dos meses y con ese corto tiempo, realmente no se le da la apuesta necesaria, para que tenga más visualización ante la sociedad; para ello es necesario que la DIMAYOR, analice la situación y de las suficientes garantías ante esa liga, para que su periodo alcance los 12 meses y se le apueste realmente a las jugadoras y sus equipos, con el fin de dar más estabilidad económica, personal y profesional, para que pueda seguir ejerciendo el deporte.

Rossy es creadora de un proyecto, el cual tiene como nombre "El fútbol también es de nosotras" inició en el año 2019, cuando el América de Cali, quedó campeón. Arrancó este proyecto siendo jugadora, pero encontró pasión en él, así que decidió frenar su carrera para dedicarse de lleno a este proyecto, para que así sea alcanzado por una cantidad alta de público e inspirar a la sociedad que se acerque más al deporte. Lo inició en Casanare, la tierra que la vio nacer y lo pudo llevar hasta Palmira, en compañía del profesor Felipe Taborda y de asambleas de los corregimientos y pueblos cercanos, para que así tuviera mayor visualización, apoyo por parte de la sociedad.

El proyecto, pudo llegar hasta la ciudad de Cali, en las comunas y realmente todo esto, le ha causado la mayor felicidad, ya que admira a niñas muy pequeñas jugando este deporte y siente gran orgullo y admiración, de verlas realizar lo que más las hace felices y buscar dejar su granito de arena. Ya que ella muy bien sabe, el esfuerzo, la dedicación y la disciplina que se necesita a la hora de practicar este deporte: "Desde mi experiencia personal, me dedicaba a entrenar en las mañanas, trabajar o estudiar en las tardes, para así garantizar mi estabilidad económica, la cual la necesitaba para seguir con mis entrenamientos y poder pagar mis viáticos"

Las mujeres de la selección Femenina de fútbol han presentado diversas denuncias, ya que consideran que no tienen las garantías necesarias en este deporte. Muchas de ellas, no cuentan con un contrato laboral vigente, algunas solo tienen uno con vigencia de dos meses, lo que dura la Liga Femenina y al mes, solo reciben un auxilio de $300.000, siendo bastante complejo tener garantías económicas.

Esta es la realidad que viven muchas mujeres que deciden dedicarse a este deporte; alterando sus rutinas diarias, para así poder entrenar, estudiar y trabajar, con el objetivo de tener el sustento económico y financiar el sueño de ser jugadoras profesionales y con unas mejores garantías, para que la Liga Femenina de Colombia, tenga un mayor alcance ante la sociedad y se valore más esta práctica deportiva.

En múltiples ocasiones las futbolistas se ven completamente obligadas a tener una segunda ocupación que las ayude a suplir los gastos que deja la práctica de este deporte.

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